Asegúrate de limpiar los filtros
Si los filtros están sucios, el aire acondicionado empezará a funcionar de una forma poco eficiente. El polvo se va acumulando en las rejillas, lo que evita que el aire pase con fluidez y hace que el motor tenga que trabajar de manera más forzada, por esta razón no enfriará lo suficiente.
Para limpiar los filtros sin causar ningún daño, quita el polvo y las pelusas con cuidado, utilizando un cepillo de cerdas suave. Una vez hayas terminado, sumerge los filtros en agua con jabón y frota con cuidado hasta que queden limpios. Importante que antes de que vuelvas a instalar, pongas en marcha el aire y te asegures de que estén totalmente secos.
Es recomendable que también hagas este mantenimiento a los filtros, durante las épocas del año en las que estará parado por varios meses.
Limpia la batería (en la unidad exterior)
Una batería (está situada en la parte exterior del aire acondicionado) limpia permite que el aire transfiera el calor sin problemas y con un menor gasto de energía, lo que significa un ahorro en la factura de luz. La parte trasera de la unidad suele ensuciarse mucho, por lo que es importante que le quites el polvo y revises que no haya nada fuera de lo común.
Puedes utilizar un cepillo suave para esta tarea, es cierto que algunos profesionales utilizan aire comprimido para esto pero no te lo recomiendo ya que sin experiencia podrías causar daños en el equipo.
Verifica que el condensador no está bloqueado
Echa un vistazo a la parte del exterior, puede que no esté recibiendo el suficiente aire como para funcionar con normalidad. Cuando el condensador está bloqueado, necesita consumir más energía para realizar su trabajo, lo que significa más gastos y un rendimiento poco eficiente a la larga.
Comprueba las pilas del mando
Si no encenderás el aire acondicionado por un largo periodo de tiempo, procura quitarle las pilas antes, de guardarlo así evitarás que se dañen por completo y se sulfaten.
En caso de que hayas olvidado hacer esto y sea demasiado tarde, saca las pilas deterioradas del mando con cuidado y limpia los restos con zumo de limón, utilizando un cepillo hasta quitarlo todo. Ahora aclara con ayuda de un poco de agua y un trapo. No instales las pilas nuevas hasta que no se haya evaporado toda la humedad.